sábado, septiembre 29, 2007

Los diez mandamientos del relativismo


Para dialéctica de altura la del siglo XIX y primera parte del XX. Desde entonces, desde el fin de la II Guerra Mundial hasta ahora, vivimos de prestado. Los tratados se han convertido en eslóganes y la búsqueda de la verdad en búsqueda de la búsqueda: en definitiva, en la turbadora tentación de que la verdad no existe, por lo que el conocimiento no merece la pena: lo único que merece la pena es la divagación eterna e infructuosa sobre las formas de conocimiento.

La cosa empezó a torcerse con Descartes, pero en el siglo XX alcanzó su plenitud, es decir, alcanzó el desastre. Es como si la razón hubiera sido recluida en una prisión y con ella la libertad. Recluida, claro está en nombre de la libertad de pensamiento. El progreso intelectual de la civilización occidental ha degenerado en un círculo oriental, del que es imposible salir.

En Occidente le llamamos relativismo, pero en el fondo el relativismo no esconde más que la anulación del hombre como ser racional y, con ello, la anulación de su libertad. Vivimos en el universo de la contradicción permanente. Analicemos la situación en unos pocos aforismos, que son lo mandamientos vigentes.

El primero y más importante de todos, que los engloba a todos, que los resume y abarca a todos, es el siguiente:

1. "Nada es verdad ni nada es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira". Ahora bien, la frasecita de Campoamor, que revela como ninguna otra el fin de las verdades absolutas, es la que incurre en la primera contradicción flagrante: nada es verdad ni nada es mentira… menos esta frase, este principio, este dogma aniquilador.

2. "Prohibido prohibir", tradujeron los del mayo francés, una generación que continúa sin abandonar el poder. Ahora bien, si prohibimos prohibir, ya hay algo que sí está prohibido: prohibir.

3. "Todo es opinable", aseguran los hombres de la sociedad de la comunicación. Sí, todo es opinable; todo menos justamente eso: que todo sea opinable.

4. "Los dogmas son inadmisibles". Salvo justamente el que a acabo de enunciar, indemostrable pero de aplicación forzosa. En cualquier caso, el hombre siempre parte de un dogma para concluir, tanto en el pensamiento deductivo como en el inductivo.

5. "Libertad de pensamiento". Muy cierto, pero dos más dos sólo son cuatro en base 1 y por definición. Nadie comienza pensar desde cero, sino desde un eje de coordenadas que le viene dado. El pensamiento humano está sometido a reglas estrechas, que componen lo que se conoce como la ciencia de la lógica: no damos para más y no es para avergonzarse de ello. A fin de cuentas, mal de muchos...

6. "Toda idea, principio o creencia es tan respetable como otra". ¿Todas? No, porque la que acabo de escribir vale mucho más que cualquier otra y es acreedora del mayor de los respetos.

7. "Eduquemos en libertad". Pero eso es imposible: si concedemos libertad al alumno para someterse o rechazar la educación, seguramente optará por la libertad de no educarse, sobre todo si piensa en el sometimiento y el esfuerzo que implica el hacerlo. Lo único que importa es la tolerancia, no las ideas que se toleran. Es más, la misma libertad de expresión es un atentado contra la libertad ajena, en cuanto pude influir en el interlocutor.

8. "No acepto aquello que no sea demostrable". Pero ni tan siquiera puedo demostrar nuestra existencia. Lo empíricamente demostrable no alanza ni el 0,1% e lo conocimientos humanos. Tampoco puedo dar razón de mi existencia.

9. "Lo que se ve, existe, y lo que no se ve, no existe". Pero nuestros sentidos nos engañan. Además, de esta forma no existirían la lunas de Júpiter, ni el amor, ni el dolor, ni la belleza, ni el arte, ni la literatura… Además, ¿estamos seguros de que la vida no es sueño y ensueño no es la verdadera vida?

10. "Nadie puede decir lo que está bien o lo que esta mal". Pero esta política de no injerencia es buena en sí misma, así como sus numerosos desarrollos en forma de juicios morales, esos juicios que constantemente estamos pronunciando. Es más, si en algo creemos es en nuestras críticas al próximo o en nuestros halagos (en ésos menos, dado que resultan menos numerosos).

No me extraña que el hombre actual esté mareado. Sufre de vértigo intelectual y sus síntomas son: falta de personalidad, acentuada inseguridad en sus talentos. O sea, que el relativismo le ha llevado al complejo de inferioridad, a la tristeza: Porque el hombre puede ser bueno o malo, sabio o ignorante, pero lo que su propia naturaleza racional no puede aceptar jamás sin romperse en pedazos es vivir en la contradicción. El único velo capaz de ocultar la incoherencia es la locura. Y ésa es, precisamente, la meta lógica de todo relativismo.

Fuente: Hispanidad.com 
Autor: Eulogio López
 
 

Qué son las "Nuevas realidades eclesiales"

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Buenos Aires, 28 Set. 07 (AICA)

Alejandro Bermúdez, director de Aciprensa

Está en Buenos Aires Alejandro Bermúdez, director de la agencia de información católica ACIPRENSA, del Perú. Invitado por la arquidiócesis de Mendoza, donde participará del Congreso de Laicos, en el que tendrá a su cargo una exposición sobre "El apostolado laical y los desafíos de la nueva evangelización". Nacido en Salta (Argentina) reside desde hace muchos años en su segunda patria, Perú, donde fundó la agencia que hoy tiene un alcance universal en el mundo hispanoparlante.
A su paso por Buenos Aires concedió una entrevista cuyas declaraciones se publican aquí.

-Cada vez se habla más en la Iglesia de "Nuevas Realidades Eclesiales" ¿En qué consisten y cómo han surgido?

-El término "Nuevas Realidades Eclesiales" fue acuñado en la Santa Sede por el Consejo Pontificio para los Laicos y creo que es muy acertado, porque es una manera genérica de describir una serie de nuevos carismas espirituales y apostólicos que están surgiendo al interior de la Iglesia y que están tomando diversas formas oficiales: algunos permanecen como "movimientos laicales", otros han caminado hacia la constitución de institutos seculares o sociedades de vida apostólica, y hay otros que todavía no definieron su figura específica y formal dentro de la Iglesia.

Estas realidades tienen algunas cosas en común que son muy importantes: en primer lugar son iniciativas apostólicas fundamentalmente laicales. En algunas de ellas existen sacerdotes o religiosos, pero el eje de su identidad está en que son entidades que destacan de manera especial el papel del laico, y particularmente del laico en medio del mundo.

Otro elemento en común es el claro componente de renovación espiritual. Estas nuevas realidades comparten un sentido sobrenatural, una conciencia de haber sido convocados por el Espíritu Santo en una hora crítica para la vida de la Iglesia y del mundo.

-¿Es posible encontrar la inspiración de estas "Nuevas Realidades Eclesiales" en el Vaticano II?
-Aunque algunas de estas realidades históricamente surgieron antes del Concilio Vaticano II, son todas ellas hijas espirituales del Concilio, especialmente de la Constitución "Gaudium et spes", sobre la presencia de la Iglesia en el mundo, y, por supuesto, del Decreto "Apostolicam actuositatem", sobre el apostolado de los laicos.

Estos dos documentos, que yo llamo el "manual de campaña" de todo apóstol laico, señalan algunas cosas fundamentales para nosotros los laicos: primero que compartimos con los demás miembros de la Iglesia el mismo llamado a la santidad. Es decir, los laicos no somos "ciudadanos de segunda clase" en la Iglesia, y queda claro que en el mundo secular, en el campo social, político económico y laboral, constituimos los principales apóstoles y evangelizadores.

Las enseñanzas de los pontífices que siguieron al Concilio –de manera especial el recordado Juan Pablo II– no han hecho más que confirmar y reforzar esta convicción en la Iglesia. Basta leer la Exhortación Apostólica post sinodal "Christifideles laici" sobre la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo, ese "monumento" al apostolado laical del querido Juan Pablo II.

-¿Por qué hablar de apostolado laical hoy?

-Muy simple, ¡si no somos nosotros los laicos no es nadie! En el pasado, en el contexto de un mundo culturalmente cristiano o en un mundo necesitado de evangelización, que aún no conocía a Cristo, el sacerdote, el religioso y el misionero consagrado eran los protagonistas principales del apostolado. Pero hoy enfrentamos una realidad completamente distinta: vastos territorios teóricamente cristianos se han apartado de Cristo, en lo que llamaría una "apostasía silenciosa".

Hace algunos años el cardenal Bergoglio señalaba que ya no podía decirse que la Argentina era un país mayoritariamente católico. Lo mismo se podría decir de mi país, Perú, y casi de cualquiera otra nación de América Latina y Europa. Hoy los números estadísticos de quienes se llaman católicos no dicen nada. Porque la realidad es que vivimos en un mundo completamente secularizado, donde Dios ha sido arrancado de la vida pública. Pero es la misma vida pública donde el laico se encuentra, donde vive, donde realiza sus actividades cotidianas. Por tanto, repito la pregunta, que tiene una obvia respuesta: Si no es el laico, la laica, ¿Quién anunciará a Cristo como el Redentor y Reconciliador? ¿Quién anunciará a la Iglesia como Sacramento de Salvación?

-¿Cuál es el papel que les toca jugar a estos nuevos movimientos y asociaciones dentro de la Iglesia?

Estas nuevas realidades eclesiales tienen una misión que no fue asignada por sí mismos, ni tampoco por las autoridades de la Iglesia. Son realidades que el Espíritu Santo ha suscitado y que las autoridades de la Iglesia, el Santo Padre y nuestros Obispos han reconocido y apoyado como realidades del Espíritu. Basta recordar cómo tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI convocaron sendos encuentros de estas realidades en ocasión de la Solemnidad de Pentecostés de 1998 y 2006 respectivamente.

Escoger esta fiesta de la Iglesia para reunir a estas nuevas realidades eclesiales no es casualidad sino que revela que éstas están llamadas a vivir su propio carisma, con toda la riqueza de la diversidad y con toda su novedad. Una novedad que hace que algunos autoproclamados "expertos" tilden a estas nuevas organizaciones de "sectas", sin saber siquiera qué es una secta, y mucho menos lo que son estas nuevas realidades eclesiales.

Con todo, se comprende esta ignorancia, usualmente malintencionada, de "almas enanas", como decía un autor francés, porque así sucedió a lo largo de la historia: a San Francisco de Asís lo consideraron "sectario", lo mismo a San Ignacio de Loyola y a otros fundadores.

-¿Qué respondería ante la opinión de muchos de que la Iglesia está "desfasada", que no llega a los hombres y mujeres concretos de hoy, que no satisface sus aspiraciones, especialmente la de los jóvenes?

-Diría claramente que quienes están desfasados son quienes dicen esto. Lo digo con caridad, no como controversia. Si vemos que Juan Pablo II, aun en los momentos más avanzados de su ancianidad y enfermedad, fue capaz de convocar a multitudes de jóvenes una y otra vez; si pensamos que decenas de miles de jóvenes se anunciaron unos a otros, por mensajes de texto en sus teléfonos celulares en Roma que el Papa había partido a la Casa del Padre y citándose en la Plaza San Pedro, ¿quién puede decir que la Iglesia carece de capacidad de convocatoria con los jóvenes?

Existirán personas dentro de la Iglesia que no son capaces de expresar la riqueza de la vida de la Iglesia o la plenitud de respuesta que la Iglesia tiene para el joven de hoy, para el ser humano de hoy… pero esas deficiencias personales no pueden achacarse a la Iglesia. Vengo de visitar Estados Unidos, donde en una sola arquidiócesis 2.500 personas ingresaron este año a la Iglesia Católica, provenientes del agnosticismo o de diferentes denominaciones religiosas. ¡Esto en una sola arquidiócesis! ¿Quién puede decir que la Iglesia perdió capacidad de atracción?

-
¿Cuáles cree que son los principales desafíos para que el Evangelio llegue a los jóvenes de hoy? ¿Cree que las "nuevas tecnologías de la comunicación e información" representan un obstáculo para ellos en este sentido?

-Vivimos en una realidad masiva de "agnosticismo funcional", es decir, de gente que se proclama cristiana, pero que en la práctica mira la vida con ojos de no creyente y toma decisiones como no creyente. Los jóvenes han quedado atrapados en medio de esta "burbuja mágica" del mensaje de los medios masivos, de las tendencias culturales, de las modas, de la enseñanza en las escuelas y centros universitarios, incluso de los malos ejemplos en la familia; y es la misión de la Iglesia atravesar esa burbuja para llegar a la esencia del corazón humano, especialmente de los jóvenes.

Pero hay que recordar lo que repetía Juan Pablo II y lo dice ahora nuestro Papa Benedicto XVI: el mejor evangelizador del joven es el mismo joven. Una vez más vemos resaltada la importancia de los laicos, en este caso del laico joven.

En ese marco, para contestar con precisión a la segunda parte de tu pregunta, sobre las nuevas tecnologías, yo no veo en ellas, por sí mismas, una influencia negativa. La tecnología en general es neutra. Depende de cómo se utilice, y la Iglesia tiene que responder para impedir que, siguiendo el Evangelio, los hijos de las tinieblas sean más astutos que los hijos de la luz. Pero una vez más, ¿quién se va a encargar de emplear las nuevas tecnologías para servir mejor a la misión de la Nueva Evangelización? ¿mi párroco? Esa no es la misión del párroco, es la misión privilegiada de los laicos.

-
¿No cree Ud. que los medios de comunicación se han vuelto en los promotores de la cultura de muerte, en los principales promotores de todo aquello que se opone al hombre?

-Los medios de comunicación cumplen un papel negativo ciertamente, pero no creo que sea el principal. Es muy fácil criticar a los medios de comunicación, porque expresan con mayor evidencia la cultura de muerte. Pero de ninguna manera son los principales promotores de ella. Y no lo digo porque sea periodista y quiera defender a mis "colegas" porque podría pasarme una vida entera criticándolos.

Creo que mucho más crítico es el papel del mundo académico, la universidad y la escuela, pues de allí provienen las ideologías que se ven luego reflejadas en los medios masivos. Si los medios masivos producen y distribuyen basura, es porque encuentra bocas dispuestas a tragársela. ¿Y cómo es que hemos llegado a un punto en que la basura es tan bien recibida? Si la ideología dominante es la del consumo, la de la autosatisfacción subjetiva que se promueve en nuestras universidades ¿cómo no van a encontrar los medios de comunicación mentes y corazones dispuestos a la basura que producen?

Y por supuesto el principal centro de esta batalla contra el contenido denigratorio de los medios es la familia. Si los padres enseñan a los hijos a "competir en el mundo" a ser "personas de éxito" material, a comenzar la carrera por el bienestar material lo más temprano posible en sus vidas, o que ven al padre y a la madre empleando mucho más tiempo en obtener beneficios materiales que en pasar tiempo con sus hijos, de poco sirve que luego estos padres lleven a los hijos a Misa el domingo, porque el contra–mensaje materialista es mucho más poderoso. Y si son los mismos padres quienes promueven que la televisión se convierta en una "apaciguadora" de los niños en casa, ¿cómo nos quejamos después de que los hijos sigan las modas inmorales de los modelos que proponen los medios?

Aquí se confirma lo que la Iglesia enseña hasta el cansancio: la familia es la Iglesia doméstica y la célula fundamental de la sociedad. Si en ella los seres humanos aprendieran a guiar sus vidas según la fe y los valores de la fe, los medios masivos, tal como son ahora, se quedarían sin audiencia
FUENTE :AICA

viernes, septiembre 28, 2007

Felicitaciones a los Migueles , a los Gabrieles y los Rafaeles

 
 
29 de Septiembre
 
San Miguel, San Gabriel y San Rafael
Arcángeles

 
Hoy celebramos la fiesta de los tres Arcángeles que nombra la Sagrada Escritura
La palabra Arcángel proviene de dos palabras. Arc = el principal. Y ángel. O sea "principal entre los ángeles. Arcángel es como un jefe de los ángeles.
San Miguel.
San Miguel arcángelEste nombre significa: "¿Quién como Dios? O: "Nadie es como Dios".
A San Miguel lo nombre tres veces la S. Biblia. Primero en el capítulo 12 del libro de Daniel a donde se dice: "Al final de los tiempos aparecerá Miguel, al gran Príncipe que defiende a los hijos del pueblo de Dios. Y entonces los muertos resucitarán. Los que hicieron el bien, para la Vida Eterna, y los que hicieron el mal, para el horror eterno".
En el capítulo 12 del Libro del Apocalipsis se cuenta lo siguiente: "Hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron contra Satanás y los suyos, que fueron derrotados, y no hubo lugar para ellos en el cielo, y fue arrojada la Serpiente antigua, el diablo, el seductor del mundo. Ay de la tierra y del mar, porque el diablo ha bajado a vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo".
En la Carta de San Judas Tadeo se dice: "El Arcángel San Miguel cuando se le enfrentó al diablo le dijo: 'Que te castigue el Señor'".
Por eso a San Miguel lo pintan atacando a la serpiente infernal.
La Iglesia Católica ha tenido siempre una gran devoción al Arcángel San Miguel, especialmente para pedirle que nos libre de los ataques del demonio y de los espíritus infernales. Y él cuando lo invocamos llega a defendernos, con el gran poder que Dios le ha concedido. Muchos creen que él sea el jefe de los ejércitos celestiales.
San Gabriel. 
Su nombre significa: "Dios es mi protector".
San Gabriel arcángelA este Arcángel se le nombra varias veces en la S. Biblia. Él fue el que le anunció al profeta Daniel el tiempo en el que iba a llegar el Redentor. Dice así el profeta: "Se me apareció Gabriel de parte de Dios y me dijo: dentro de setenta semanas de años (o sea 490 años) aparecerá el Santo de los Santos" (Dan. 9).
Al Arcángel San Gabriel se le confió la misión más alta que jamás se le haya confiado a criatura alguna: anunciar la encarnación del Hijo de Dios. Por eso se le venera mucho desde la antigüedad.
Su carta de presentación cuando se le apareció a Zacarías para anunciarle que iba a tener por hijo a Juan Bautista fue esta: "Yo soy Gabriel, el que está en la presencia de Dios" (Luc. 1, 19).
San Lucas dice: "Fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, a una virgen llamada María, y llegando junto a ella, le dijo: 'Salve María, llena de gracia, el Señor está contigo'. Ella se turbó al oír aquel saludo, pero el ángel le dijo: 'No temas María, porque has hallado gracia delante de Dios. Vas a concebir un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Él será Hijo del Altísimo y su Reino no tendrá fin'".
San Gabriel es el patrono de las comunicaciones y de los comunicadores, porque trajo al mundo la más bella noticia: que el Hijo de Dios se hacía hombre.
San Rafael.
Angeles cantan al Niño en brazos de MaríaSu nombre significa: "Medicina de Dios".
Fue el arcángel enviado por Dios para quitarle la ceguera a Tobías y acompañar al hijo de éste en un larguísimo y peligroso viaje y conseguirle una santa esposa.
 San Rafael es muy invocado para alejar enfermedades y lograr terminar felizmente los viajes.
 
 
 
 
 
 
 
Bynaria Software Administrator
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martes, septiembre 25, 2007

ALERTA CATOLICOS COLOMBIANOS

¡ALERTA CATÓLICOS!

Secretaria de Educación de Bogotá

ANUNCIA CAMBIO
DE CLASES DE RELIGIÓN
POR UNA CATEDRA ANTICATÓLICA


Un funcionario de la secretaria de Educación de Bogotá anunció ayer martes 24 de septiembre de 2007 por todos los medios de comunicación el inminente cambio de las clases de Religión que se imparten a los estudiantes de primaria y bachillerato, por otra cuyo nombre seria "Etica" o lo que en España se ha llamado "Educación para la ciudadanía" y que ha sido calificada en ese país como masificación de los principios masónicos.

Esta es una decisión que va contra la ley de Libertad de Cultos, ya que se retiraría de los establecimientos educativos cualquier referencia a seres superiores de las religiones y creencias existentes, y de paso es un ataque más a la Iglesia Católica. Los anteriores fueron el retirar, en 1991 durante el gobierno Gaviria, de la Constitución Política de Colombia la consagración al Sagrado Corazón de Jesús y la aprobación de la Libertad de cultos que hoy, 16 años después, aún no ha sido reglamentada por el Congreso, y que ha sido una puerta abierta de par en par a la proliferación de innumerables sectas destructivas de todas las corrientes espiritualistas y hasta mercantiles.

Con la famosa materia "Etica" se quiere afectar la conciencia moral de los niños y jóvenes colombianos sin tener en cuenta para nada el concepto de Dios y mucho menos de la Virgen o de los Diez Mandamientos de la única y verdadera Ley.
Esta cátedra, si se aplica, es un paso más hacia la legalización del Código de Etica Planetaria de la Nueva Era con el que un grupo de poderosos del mundo, encabezados por Mijail Gorvachov pretenden reemplazar el Decálogo entregado a Moisés por Dios Padre, y que se promueve con la nefasta Carta de la Tierra. Así darán un gran paso para alcanzar el laicismo que pretenden para la sociedad mundial los enemigos de la Iglesia Católica y de sus dogmas.
Muchos adolescentes y jóvenes están fascinados por lo "gótico", lo esotérico, por el mundo satánico y por lo paranormal y preternatural. Si a esta situación que vive nuestra sociedad colombiana se une una conciencia débil sin Dios, una total ignorancia religiosa, una crisis de la unidad familiar y social, drogadicción, alcoholismo, etc, esta servido el candidato idóneo para hacer parte de una secta o a un sincretismo pseudoreligioso destructivo de la persona humana.

La clase de religión puede aportar mucho a la prevención del fenómeno sectario, mientras que las de Etica, como han sido concebidas dentro de un ateísmo práctico, acentuarán el ingreso de jóvenes a estas organizaciones oscuras y destructivas de la personalidad y la unidad familiar, donde serán sometidos a toda clase de terapias psicológicas hasta lograr el dominio total sobre ellos.

Un adolescente entra en contacto con una secta muy fácilmente a través de internet, chateando o visitando páginas. También servirá de enlace su pandilla o su "tribu".

¿ Cómo puede, un jovencito de 14 ó 16 años defenderse de esa avalancha si no tiene la formación religiosa para hacerlo ? ¿ Cómo hará si no conoce la Biblia, si no conoce a Dios ? A esto abría que unir la carencia de una cierta sensibilidad por el prójimo y la ausencia de una conciencia critica ante la injusticia y las situaciones económicas. Otra grave consecuencia que traerá la clase de Etica será el incremento del relativismo religioso.

Esta decisión de la Secretaria de Educación, tan similar a la del Gobierno español de Zapatero hizo que el Secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Padre Juan Antonio Martínez Camino manifestará en su momento algo que recogemos por recobrar total actualidad: "constituye una amenaza real contra el derecho fundamental de los padres de educar a sus hijos, por otra parte, no reconoce los derechos del matrimonio porque no reconoce su realidad antropológica". Esta afirmación es totalmente aplicable a la propuesta de la clase de Etica.

El sacerdote agregó en su oportunidad que "no es verdad que sean incompatibles el catolicismo y la democracia, porque está se basa en principios que proceden de la cultura cristiana católica".

Lo que se busca con estas decisiones es aplicar un proyecto de configurar la vida familiar y social, la educación, la cultura y la comunicación según un laicismo radical y excluyente de todo lo católico. Los promotores manifiestan solapadamente desconfianza y rechazo hacia la religión Católica y se constatan los resultados de una legislación que esta dañando gravemente los fundamentos de la familia y el respeto a vida humana.
No podemos aceptar, ni estar de acuerdo en que a nuestros hijos se les adoctrine en los colegios desde el punto de vista de la fe, sexual, de los sentidos y de las emociones, ya que esta es una labor de los padres de familia y no de los establecimientos educativos.
Por otra parte, no sabemos que tipo de personas, con qué principios, valores y virtudes van a dictar esta cátedra.

Estamos ante una decisión tenebrosa que puede ser el "puntillazo" para una sociedad que cada día acentúa su crisis. Si a los padres y a los colegios les prohíben hablar de Dios y de Religión, ¿ en manos de quien quedarán nuestros hijos ?
Observen que esta es una decisión de un gobierno distrital liderado por representantes de un partido político de izquierda, de tal forma que CATÓLICO que se respete y que se sienta comprometido con su fe, no puede por ningún motivo votar en las próximas elecciones por candidatos de esta siniestra organización política.



HENRY GOMEZ CASAS
Comunicador Social – Periodista
Rosamistica - Colombia

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Masonería.... y algo mas.

La pertenencia a la masonería cuestiona los fundamentos cristianos

Sería una necia pretensión querer abarcar en cinco páginas toda la intrincada problemática y todos los matices de una reliada tan compleja como la masonería. Sí se puede, en cambio, intentar un acercamiento periodístico, divulgativo al mismo tiempo que sereno y responsable y tratar de responder a algunas cuestiones: ¿pero todavía hay masones?; ¿cuántos y quiénes son?; ¿qué hay de cierto en eso de que, instalados en los centros de poder y de influencia, controlan grandes sectores sociales, culturales, políticos, mediáticos, económicos?; ¿se puede ser cristiano y masón?; ¿qué dice la Iglesia de la masonería? Éstas y otras preguntas están en la calle constantemente, y dentro de poco lo van a estar más todavía, cuando el próximo mes de mayo (NdE: mayo de 2001) tenga lugar en Madrid la V Conferencia Mundial de Grandes Logias

Algunos medios de comunicación ya se han hecho eco de la noticia, y han publicado reportajes y entrevistas con motivo de dicho acontecimiento. La masonería, con sus leyendas, su historia, y el recelo y, a la vez, la curiosidad que suscita, ha sido protagonista de estudios, ensayos, libros, investigaciones y polémica desbordante. Enemigos y simpatizantes, persecuciones y contradicciones, secretismo, conveniencia, poder, política... Tantas palabras vienen a la mente cuando se nombra a la masonería.

Internet se ha convertido hoy en un buen soporte que permite hacer circular las tesis sobre las que se sustenta la masonería. En la misma página web de La Gran Logia de España, el Gran Maestro, don Tomás Sarobe, da la bienvenida a los internautas que se acerquen hasta su sitio, y en pocas líneas traza un perfil de la masonería según la propia institución: La Gran Logia de España es una orden iniciática, cuyos orígenes se remontan a la lejana antigüedad. Pertenecemos a esa Hermandad Universal de hombres libres que tanto han servido a la sociedad a través de los siglos y que desea seguir sirviéndola con un único lema: "Mejórate a ti mismo y mejorarás así la sociedad que te acoge". Explica a su vez que, para el no iniciado, resultará extraño encontrarse expresiones, lugares o vestimentas no usuales o arcaicas, y que, con la mejor intención y absoluta transparencia, la masonería se abre al visitante. (...) En nuestras logias no cabe la intriga, mucho menos la conspiración ni el sectarismo, no consintiendo ninguna discriminación por credo, raza o condición social. Está prohibida expresamente toda discusión política o religiosa. La Gran Logia de España, como todas las obediencias masónicas regulares del mundo, exige de sus miembros la obligatoriedad de ser "Creyente, libre y de buenas costumbres", como reza nuestro tradicional Código de Conducta Masónica.

Ésa es la definición que los masones hacen de sí mismos. Algunos expertos sobre el tema han hablado para Alfa y Omega, y las conclusiones son, por lo menos, sorprendentes.

¿PERO QUÉ ES LA MASONERÍA?


El profesor don Ricardo de la Cierva, historiador e investigador, ha dedicado muchos años de su vida al estudio de la masonería. Sus argumentos son tan sólidos como los documentos que presenta como pruebas irrefutables. Viajes al extranjero, sobre todo a Francia e Inglaterra, los dos países con mayor tradición masónica, y el rastreo por las bibliotecas han dado lugar a libros como El triple secreto de la masonería; o Los signos del Anticristo, entre muchos otros, donde las investigaciones y los documentos hallados, algunos de ellos inéditos en España, han dejado casi sin respuesta a la propia masonería, o a sus defensores.

Afirma que la masonería tiene una tesis fundamental: su esencia sólo puede ser comprendida por un masón. Esta tesis tiene un precedente en el siglo I después de Cristo, en los gnósticos, que buscaban la gnosis, el conocimiento profundo, y que afirmaban poder alcanzarlo sólo ellos. Ya el Papa León XIII, en su encíclica "In eminenti", explicaba que "la masonería es la actualización del paganismo antiguo y el gnosticismo". El gnosticismo nació como una reacción pagana contra el cristianismo, y se ha venido reproduciendo a lo largo de la Historia hasta hoy. Se puede afirmar que la masonería es una organización que tiene como fin fundamental acabar con el cristianismo, implantar la secularización en la sociedad, y esto se puede ver en la lectura de los rituales masónicos.

Para don César Vidal, historiador y teólogo, autor de libros como El desafío de las sectas; El retorno del ocultismo; o Nuevo diccionario de sectas y ocultismo, la masonería es un grupo secreto cuyos miembros sólo se conocen entre sí, y de hecho, en teoría, buscan fines que son atractivos, como la libertad, la ilustración o la sabiduría, pero en la práctica están más cerca de otros fines ocultos. Dentro de ese grupo hay gente que va recibiendo una iniciación progresiva o un conocimiento cada vez mayor en ciencias ocultas, que en apariencia tienen una finalidad buena y, sin embargo, en la práctica pueden tener una finalidad que dista mucho de ser tan buena. En el caso de la masonería hay un elemento que me parece peculiar, y es que en general, dentro de todas las sociedades secretas e iniciáticas, las personas que están en los escalones inferiores desconocen el grado de iniciación de los escalones superiores. Es decir, que la gente que está en un grado de iniciación bajo no creería, seguramente, en muchas de las cosas que suceden en escalones superiores, sencillamente porque las desconocen, y como no forman parte del área de conocimiento en la que han sido iniciados, les parecen imposibles. En este sentido, César Vidal afirma que, si uno le dijera a una persona que pertenece a los grados inferiores de iniciación de la masonería, que ésta, en sus grados superiores, es diabólica, le parecería un disparate. Es posible, incluso, que esta persona identifique al Gran Arquitecto del Universo con el Dios de la religión de la que procede, que puede ser, por ejemplo, la católica, o la musulmana, etc. Sin embargo, para una persona iniciada en grados superiores de la masonería, sí que está muy claro que el Gran Arquitecto no es el Dios de otras religiones, sino que es Lucifer, y eso está comprobado porque aparece en algunos de los textos clásicos masones. En las obras de Pike, que fue patriarca de la masonería en Estados Unidos, aparece muy claro que la cosmovisión que tiene la masonería, o al menos en las obediencias masónicas en las que él estaba iniciado, era una cosmovisión diabólica. Lucifer para ellos no era un personaje negativo, sino positivo y caracterizado por transmitir la luz y el conocimiento último. Esa visión diabólica, que para la gente que ha sido iniciada en escalones superiores es muy clara, para la gente que está en escalones inferiores, si uno se lo comentara, pensaría que es una calumnia y una injuria para la masonería, porque diría que ésta sólo tiene valores que, en términos generales, son muy limpios.

El Código Moral Masónico, que la propia Gran Logia de España hace público, recoge 23 mandamientos: Venera al Gran Arquitecto del Universo. El verdadero culto que se da al Gran Arquitecto consiste principalmente en las buenas obras. Ten siempre tu alma en estado puro, para aparecer dignamente delante de tu conciencia. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Haz bien por amor al mismo bien... Son una muestra de este código moral, que contiene máximas, algunas de las cuales el lector habrá leído más de una vez...

A la pregunta: ¿Qué es la masonería?, Fernando José Vaquero, estudioso de la masonería, en un artículo para la revista electrónica Arbil, hace la siguiente reflexión: Es una difícil pregunta, pues, ante todo, lo que la caracteriza es el secreto. Aunque para algunos autores se trata de una sociedad cerrada, o simplemente discreta. Y es lógico que, dados sus ignotos fines, otros consideren que sólo sale a la luz pública aquello que interesa a los propios masones que así sea (...), pero en un asunto en el que el secreto todo lo vela, ¿dónde termina lo real y empieza la fantasía?

¿PUEDE SER UN CATÓLICO SER MASÓN?


A lo largo de su historia la Iglesia católica ha condenado y desaconsejado a sus fieles la pertenencia a asociaciones que se declaraban ateas y contra la religión, o que podían poner en peligro la fe. Entre estas asociaciones se encuentra la masonería. Actualmente, la legislación se rige por el Código de Derecho Canónico promulgado por Juan Pablo II el 25 de enero de 1983, que, en su canon 1374, señala: Quien se inscribe en una asociación que maquina contra la Iglesia debe ser castigado con una pena justa; quien promueve o dirige esa asociación ha de ser castigado con entredicho.

Esta nueva redacción supone dos novedades respecto al Código de 1917: la pena no es automática y no se menciona expresamente a la masonería como asociación que conspire contra la Iglesia. Previendo posibles confusiones, un día antes de que entrara en vigor la nueva ley eclesiástica del año 1983, fue publicada una declaración firmada por el cardenal Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En ella se señala que el criterio de la Iglesia no ha variado en absoluto con respecto a las anteriores declaraciones, y la nominación expresa de la masonería se había omitido por incluirla junto a otras asociaciones. Se indica, además, que los principios de la masonería siguen siendo incompatibles con la doctrina de la Iglesia, y que los fieles que pertenezcan a asociaciones masónicas no pueden acceder a la Sagrada Comunión.

Don Ricardo de la Cierva afirma, en este sentido, que la Iglesia ha condenado siempre la masonería. En el siglo XVIII los Papas lo hicieron con mucha más fuerza, y en el XIX se mantuvieron. En el Código de Derecho Canónico de 1917 se excomulgaba a los católicos que dieran su nombre a la masonería, y en el de 1983 el canon de la excomunión desaparece, junto con la mención explícita de la masonería, lo que ha podido crear en algunos la falsa opinión de que la Iglesia poco menos que aprueba a la masonería.

Es difícil hallar un tema explica Federico R. Aznar Gil, en su ensayo La pertenencia de los católicos a las agrupaciones masónicas según la legislación canónica actual (1995) sobre el que las autoridades de la Iglesia católica se hayan pronunciado tan reiteradamente como en el de la masonería: desde 1738 a 1980 se conservan no menos de 371 documentos sobre la masonería, a los que hay que añadir las abundantes intervenciones de los dicasterios de la Curia Romana y, a partir sobre todo del Concilio Vaticano II, las no menos numerosas declaraciones de las Conferencias Episcopales y de los obispos de todo el mundo. Todo ello está indicando que nos encontramos ante una cuestión vivamente debatida, fuertemente sentida y cuya discusión no se puede considerar cerrada.

Casi desde su aparición, como explica Fernando José Vaquero, la masonería generó preocupaciones en la Iglesia. Clemente XII, en In eminenti, había condenado a la masonería. Más tarde, León XIII, en su encíclica Humanum genus, de 20 de abril de 1884, la calificaba de organización secreta, enemigo astuto y calculador, negadora de los principios fundamentales de la doctrina de la Iglesia...

En el canon 2335 del Código de Derecho Canónico de 1917 establecía que los que dan su nombre a la secta masónica, o a otras asociaciones del mismo género, que maquinan contra la Iglesia o contra las potestades civiles legítimas, incurren ipso facto en excomunión simplemente reservada a la Sede Apostólica.

El delito según Federico R. Aznar Gil consistía en primer lugar en dar el nombre o inscribirse en determinadas asociaciones (...) En segundo lugar, la inscripción se debía realizar en alguna asociación que maquinase contra la Iglesia: se entendía que maquinaba "aquella sociedad que, por su propio fin, ejerce una actividad rebelde y subversiva o las favorece, ya por la propia acción de los miembros, ya por la propagación de la doctrina subversiva; que, de forma oral o por escrito, actúa para destruir la Iglesia, esto es, su doctrina, autoridades en cuanto tales, derechos, o la legítima potestad civil" (...) En tercer lugar, las sociedades penalizadas eran la masonería y otras del mismo género, con lo cual el Código de Derecho Canónico establecía una clara distinción: mientras que el ingreso en la masonería era castigado automáticamente con la pena de excomunión, la pertenencia a otras asociaciones tenía que ser explícitamente declarada como delictiva por la autoridad eclesiástica en cada caso.

Los motivos que argumentaba la Iglesia católica para su condena a la masonería eran fundamentalmente: el carácter secreto de la organización, el juramento que garantizaba ese carácter oculto de sus actividades y los complots perturbadores que la masonería llevaba a cabo en contra de la Iglesia y los legítimos poderes civiles. La pena establecía directamente la excomunión, estableciéndose además una pena especial para los clérigos y los religiosos en el canon 2336, según escribe Federico R. Aznar Gil. También se recordaban las condiciones establecidas para proceder a la absolución de esta excomunión, que consistían en el alejamiento y la separación de la masonería, reparación del escándalo del mejor modo posible, y cumplimiento de la penitencia impuesta.

Las consecuencias de la excomunión incluían, por ejemplo, la privación de la sepultura eclesiástica y de cualquier misa exequial, de ser padrinos de bautismo, de confirmación, de no ser admitidos en el noviciado, y el consejo en este caso a las mujeres de no contraer matrimonio con masones, así como la prohibición al párroco de asistir a las nupcias sin consultar con el Ordinario.

A partir de la celebración del Concilio Vaticano II, un incipiente diálogo entre masones y católicos hizo que la situación comenzara a cambiar. Algunos Episcopados (de Francia, Países Escandinavos, Inglaterra, Brasil o Estados Unidos) empezaron a revisar la actitud ante la masonería; por un lado, revisando desde la Historia los motivos que llevaron a adoptar a la Iglesia su actitud condenatoria, tales como su moral racionalista masónica, el sincretismo, las medidas anticlericales promovidas y defendidas por masones; y, por otro lado, se cuestionó que pudiera entenderse a la masonería como un solo bloque, sin tener en cuenta la escisión entre masonería regular, ortodoxa y tradicional, religiosa y apolítica aparentemente, y la segunda, la irregular, irreligiosa, política, heterodoxa.

Estos motivos y las más o menos constantes peticiones llegadas de varias partes del mundo a Roma, diálogos y debates, hicieron que, entre 1974 y 1983, la Congregación para la Doctrina de la Fe retomase los estudios sobre la masonería y publicase tres documentos que supusieron una nueva interpretación del canon 2335. En este ambiente de cambios, no extraña que el cardenal J. Krol, arzobispo de Filadelfia, preguntase a la Congregación para la Doctrina de la Santa Fe si la excomunión para los católicos que se afiliaban a la masonería seguía estando en vigor. La respuesta a su pregunta la dio la Congregación a través de su Prefecto, en una carta de 19 de julio de 1974. En ella se explica que, durante un amplio examen de la situación, se había hallado una gran divergencia en las opiniones, según los países. La Sede Apostólica no creía oportuno, consecuentemente, elaborar una modificación de la legislación vigente hasta que se promulgara el nuevo Código de Derecho Canónico. Se advertía, sin embargo, en la carta, que existían casos particulares, pero que continuaba la misma pena para aquellos católicos que diesen su nombre a asociaciones que realmente maquinasen contra la Iglesia. Mientras que para los clérigos, religiosos y miembros de institutos seculares la prohibición seguía siendo expresa para su afiliación a cualquiera de las asociaciones masónicas. La novedad en esta carta residía en la admisión, por parte de la Iglesia católica, de que podían existir asociaciones masónicas que no conspiraban en ningún sentido contra la Iglesia católica ni contra la fe de sus miembros.

Las dudas no tardaron en plantearse: ¿cuál era el criterio para verificar si una asociación masónica conspiraba o no contra la Iglesia?; y ¿qué sentido y extensión debía darse a la expresión conspirar contra la Iglesia?

El clima generalizado de acercamiento entre las tesis de algunos católicos y masones fue roto por la declaración del 28 de abril de 1980 de la Conferencia Episcopal Alemana sobre la pertenencia de los católicos a la masonería. Como recoge Federico R. Aznar Gil, la declaración explicaba que, durante los años 1974 y 1980, se habían mantenido numerosos coloquios oficiales entre católicos y masones; que por parte católica se habían examinado los rituales masónicos de los tres primeros grados; y que los obispos católicos habían llegado a la conclusión de que había oposiciones fundamentales e insuperables entre ambas partes: "La masonería decían los obispos alemanes no ha cambiado en su esencia. La pertenencia a la misma cuestiona los fundamentos de la existencia cristiana" (&) Las principales razones alegadas para ello fueron las siguientes: la cosmología o visión del mundo de los masones no es unitaria, sino relativa, subjetiva, y no se puede armonizar con la fe cristiana; el concepto de verdad es, asimismo, relativista, negando la posibilidad de un conocimiento objetivo de la verdad, lo que no es compatible con el concepto católico; también el concepto de religión es relativista (&) y no coincide con la convicción fundamental del cristianismo, el concepto de Dios, simbolizado a través del "Gran Arquitecto del Universo" es de tipo deístico y no hay ningún conocimiento objetivo de Dios en el sentido del concepto personal del Dios del teísmo, y está transido de relativismo, lo cual mina los fundamentos de la concepción de Dios de los católicos (&)

El 17 de febrero de 1981, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicaba una declaración en la que afirma de nuevo la excomunión para los católicos que den su nombre a la secta masónica y a otras asociaciones del mismo género, con lo cual, la actitud de la Iglesia permanece invariable, e invariable permanece aún en nuestros días.

LA MASONERÍA HOY


La revista Tiempo, en un reportaje sobre la masonería en España, titulado De las tinieblas a Internet. Los nuevos masones, publicado en abril del pasado año, calculaba en unos 3.000 los masones en España. En él, el Gran Maestro Regional de Castilla de la Gran Logia Española afirmaba que, en el último año, habían tenido un 15 por 100 más de ingresos, y la mayor parte gracias a Internet. Sus esfuerzos por introducirse en nuestra sociedad contrastan con su férreo sometimiento a tradiciones antiguas. Sin embargo, estos intentos de modernización se ven frustrados cuando se examinan las relaciones entre masonería y poder. El reportaje antes citado explica que uno de los defectos que critican los detractores de la masonería es su comportamiento excluyente, actuando como un clan riguroso que se apoya en la enorme telaraña internacional por donde se extienden. En los años 90, durante los Gobiernos del PSOE, más de una vez hubo que renunciar a la alta política diplomática y echar mano de las conexiones personales de masones españoles sobre algún influyente masón galo, para recabar de Francia mayor apoyo en la lucha antiterrorista contra ETA. Por esa época, el jefe de los servicios secretos franceses, la DSGSI, era Pierre Marion, un destacado masón galo, miembro de la Gran Logia Nacional Francesa.

Es un testimonio, pero muchos más intentan demostrar la avalancha de políticos y hombres de poder (en Estados Unidos, casi todos los Presidentes del país han sido masones) que han pertenecido a esta asociación, cuyas puertas volvieron a abrirse en España cuando se volvió a legalizar en 1977, tras la clandestinidad durante el franquismo.

En palabras de don Ricardo de la Cierva, en España hoy día la masonería es bastante discreta. No así en Francia como demuestra el último número de Le Figaro Magazine. Allí todo es ostentación, sus edificios modernos y costosos hablan por sí solos, al igual que en Inglaterra. Hay que tener claro que, para su finalidad principal, necesitan el poder. Yo hoy, lo que veo innegable es una conexión entre la masonería y la Internacional socialista. En el libro de Jacques Mitterrand, primo hermano del ex Presidente Mitterrand, masón y alto cargo del partido socialista de Francia, titulado "La política de los francmasones", publicado en 1975, decía que, "así como en el siglo XVIII la masonería equivalía a la igualdad, en el siglo XIX a la libertad, en el siglo XX la masonería equivale al socialismo de raíz marxista". Este libro desapareció de la venta a las pocas semanas.

ORIGEN DE LA MASONERÍA


Ríos de tinta han corrido ya, y correrán mares todavía, acerca de esta organización secreta. Antigua, atractiva por sus ritos, por sus tradiciones y por su carácter aparentemente filantrópico, entre otras muchas cosas. Los masones remontan sus orígenes a una leyenda que tiene lugar en la construcción del Templo de Salomón por Hiram de Tiro, un sabio arquitecto, que sería el primer masón de la Historia. Según esta leyenda, el arquitecto habría establecido jerarquías entre las constructores que tenía bajo sus órdenes, unos 153.000, a los que dividió en aprendices, compañeros y maestros, que eran conocedores de un santo y seña, palabra que mantenían en secreto. Hiram fue asesinado a manos de unos compañeros que deseaban conocer la palabra secreta. Los instrumentos bajo los cuales Hiram falleció eran la regla o compás, la escuadra y un mazo, que hoy en día son los símbolos que presiden las Logias o Asambleas de los masones.

Existe, no obstante, unanimidad al afirmar que el origen concreto de la masonería son las Hermandades profesionales de Constructores de catedrales y de otros templos en la Edad Media, que poseían secretos técnicos e iniciáticos.Estas Hermandades constituyen el período antiguo u operativo de la masonería. Según don Ricardo de la Cierva, la masonería nació cristiana en un principio. Era una asociación secreta de los gremios de constructores de la alta Edad Media, los siglos XI, XII y XIII. Al principio sólo se transmitían los secretos de su oficio. Lo que comenzó siendo estrictamente profesional e independiente, pues no estaban sometidos a ninguna autoridad, cambió al llegar la Baja Edad Media y la Edad Moderna.En las logias comenzaron a ser aceptados caballeros que no eran masones, y les llamaban "aceptados".Eran abogados, médicos, etc. y los ritos comenzaron a ser más simbólicos. A finales del siglo XVII en Inglaterra los masones aceptados eran ya mayores en número a los operativos y originales.

Existen dos grandes tendencias en la masonería: la regular, cercana a la Gran Logia Unida de Inglaterra, tradicional y creyente en el Gran Arquitecto del Universo; y la irregular o liberal, próxima al Gran Oriente de Francia y atea. Además, cuentan con una serie de ritos, de los cuales el más común y practicado es el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, que consta de 33 grados, como explica Fernando José Vaquero. La Gran Logia de Londres tenía, en sus comienzos, 3 grados: aprendiz, compañero y maestro; y, según los grados del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, la masonería se divide de esta manera: de los grados uno al tercero se trata de masonería simbólica; de los grados cuarto al número 30, masonería filosófica; y del 31 al 33 la masonería es sublime. Sin embargo, tal y como explica Fernando José Vaquero, tradicionalmente, el paso de un grado a otro se producía en una ceremonia de iniciación. Las más importantes correspondían a unos determinados grados, pero en la actualidad los masones consideran que se han desnaturalizado estas ceremonias y que la mayoría de los grados se conceden por comunicación, casi "por años de servicio".

Artículos de este tema:

Por alfa y omega

Complemento el anterior texto para tener una vision clara del poder que tiene la masoneria solo en America latina


Partidos miembros de la IS - América Latina y el Caribe


Partidos Miembros Plenos

Argentina Partido Socialista, PS
Argentina Unión Cívica Radical, UCR
Aruba Movimiento Electoral del Pueblo, MEP
Barbados Partido Laborista de Barbados
Brasil Partido Democrático Laborista, PDT
Chile Partido Por la Democracia, PPD
Chile
Chile Partido Socialista, PS
Colombia Partido Liberal Colombiano, PLC
Costa Rica Partido Liberación Nacional, PLN
Curaçao MAN
Ecuador Partido Izquierda Democrática, PID
Haití Partido Fusión de los Socialdemócratas Haitianos
Jamaica Partido Nacional del Pueblo, PNP
México Partido de la Revolución Democrática, PRD
México Partido Revolucionario Institucional, PRI
Nicaragua Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN
Panamá
Paraguay Partido Revolucionario Febrerista, PRF
Perú Partido Aprista Peruano, PAP
Puerto Rico Partido Independentista Puertorriqueno, PIP
República Dominicana Partido Revolucionario Dominicano, PRD
Uruguay Nuevo Espacio, NE
Uruguay Partido Socialista del Uruguay, PSU
Venezuela Acción Democrática, AD

Partidos Consultivos

Dominica Partido Laborista de Dominica
Guatemala Convergencia Social Demócrata, CSD
Paraguay Partido País Solidario
Saint Kitts y Nevis Partido Laborista de Saint Kitts y Nevis
Santa Lucía Partido Laborista de Santa Lucía, SLP
San Vicente y las Granadinas
Partido Laborista de Unidad
Venezuela Movimiento al Socialismo, MAS


Partidos Observadores

Colombia Polo Democrático Alternativo, PDA
Haití
 

 


Un historiador protestante revela la influencia de la masonería en la España actual
Para comprender lo que está sucediendo en España hay que tener en cuenta la historia y la realidad actual de la Masonería, concluye una investigación recién publicada por el historiador protestante César Vidal. Director del programa «La Linterna», de la cadena radiofónica COPE (de la Conferencia Episcopal Española), Vidal acaba de escribir el libro «Los masones: la historia de la sociedad secreta más poderosa» (Planeta).
El volumen afronta, entre otras cosas, la influencia masónica en los acontecimientos más importantes de la historia reciente española, en particular en los últimos meses, desde que en marzo pasado fue sido elegido el gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Vidal afirma que «la corriente laicista impulsada por el gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero comparte más que de sobra el rancio anticlericalismo de la masonería». Declara que los masones tienen un papel enorme en la Unión Europea, y como ejemplo, recuerda que «el proyecto de Constitución europea ha sido impulsado por un masón», Giscard D'Estaing, «que ha excluido la mención de las raíces cristianas del continente y además ha insistido en la existencia de un artículo que somete las iglesias a las distintas naciones pero libra de esa obligación a las "organizaciones filosóficas"».
Vidal es doctor en Historia, doctor en Filosofía, doctor en Teología y licenciado en Derecho. Es profesor de Historia en la Logos University de Estados Unidos.
MADRID, jueves, 27 enero 2005 (ZENIT.org-Veritas)

 

¿Qué personalidades más destacadas en España eran y son masones y muy poca gente lo sabe?

        La lista sería demasiado amplia y algunos, solo algunos, aparecen mencionados en mi libro «Los masones». Baste decir como meros botones de muestra que el Gran Maestre del gran oriente español es el doctor Josep Corominas, diputado del PSOE; que la comisión especial de cinco miembros que consolidó a Felipe González como secretario general del PSOE contaba con tres masones entre sus miembros (uno de ellos futuro presidente del senado) y que el abuelo de Rodríguez Zapatero era masón.

¿Se podría decir que está detrás la masonería de la corriente laicista que se está dando en España?

        Lo que se puede decir sin temor a exagerar es que la corriente laicista impulsada por el gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero comparte más que de sobra el rancio anticlericalismo de la masonería.

¿Qué papel tiene y puede tener en la Unión Europea?

        Enorme si se tiene en cuenta que el proyecto de Constitución europea ha sido impulsado por un masón que ha excluido la mención de las raíces cristianas del continente y además ha insistido en la existencia de un artículo que somete las iglesias a las distintas naciones pero libra de esa obligación a las «organizaciones filosóficas».

¿De qué manera ha estado presente en la historia de España del último siglo?

        Repetida y lamentable. A la masonería hay que atribuir un papel muy relevante en los procesos independentistas de Cuba y Filipinas, en las campañas anticlericales y laicistas, en la erosión de la monarquía parlamentaria de la Restauración recurriendo incluso al terrorismo, en la proclamación de la segunda república y, muy especialmente, en la redacción de una constitución republicana que creó una fractura social que llevó a la guerra civil.

¿Podría hablarnos sobre hechos concretos donde se compruebe su lucha contra el catolicismo?

        Esa es la historia de la masonería desde el siglo XVIII, pero baste recordar, a título de ejemplo, que Rodolfo Llopis, masón y socialista llegó a secretario general del PSOE- impulsó la legislación educativa anticristiana de la segunda república o que escándalos como el de la Banca Ambrosiana estuvieron vinculados directamente a la acción de masones.

¿Cuáles fueron sus orígenes?

        Los verdaderos orígenes de la masonería se encuentran a finales del siglo XVII e inicios del XVIII cuando grupos de personas atraídas por la gnosis ocultista fundan lugares de reunión en los que, supuestamente, se transmite la misma. Por supuesto, ellos apelan a unos orígenes que llevan a las religiones paganas, a la gnosis, a un inexistente personaje de la época de Salomón e incluso a los druidas.

¿Cuáles son sus rasgos más característicos, sus fines y su estructura actual? ¿Es una religión?

        Aunque los masones lo nieguen, lo cierto es que la cosmovisión masónica no es la propia de una sociedad filantrópica como afirman a menudo, sino la de una religión. Esa circunstancia explica, precisamente, las condenas repetidas de la Santa Sede y las de otras confesiones cristianas que consideran incompatible la pertenencia a la masonería con el cristianismo.

        La masonería podría definirse como una sociedad secreta, con una estructura iniciática, una cosmovisión gnóstica y un despliegue vivencial que facilita el que sus miembros se ayuden a la hora de ocupar puestos de importancia en la sociedad.

¿De qué porcentaje de masones estamos hablando en la actualidad?

        Sin duda, muy reducido. En Francia se afirma que no superan el 0,6 % de la población. Sin embargo, eso no ha impedido que controlen la Internacional socialista o que se hayan extendido en la misma derecha a través de personajes como Giscard D'Estaing.

¿Dónde están presentes los masones en los puntos neurálgicos de nuestra sociedad, sobre todo en círculos económico, políticos, intelectuales y en los medios de comunicación?

        Hay sectores que siempre han sido objeto de interés para los masones. Por supuesto, la política donde controlan la internacional socialista y han entrado poderosamente en partidos de la derecha. No es menor su peso en el mundo de la comunicación y, muy especialmente, su interés en la enseñanza, la justicia y las fuerzas armadas.

        En Francia, por ejemplo, el «affaire des fiches» puso de manifiesto hasta qué punto se ascendía a oficiales masones y, por el contrario, se bloqueaba la promoción de los católicos.


Fuentei 
  FLUVIUM

 

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