¿Han oído que los católicos "adoran" imágenes?
Por Patrick Madrid
La desaprobación que muchos protestantes tienen hacia la costumbre
católica de tener imágenes y estatuas religiosas se origina en la
sospecha de que los católicos cometen pecado de idolatría al adorarlas
(lo cual está prohibido en Éxodo 20,3-5 y Deuteronomio. 5,6-9). Lo
digo yo: Este error está mucho más extendido de lo que podríamos
pensar.
Hace unos 20 años, al llegar a una parroquia de Chicago donde se
realizaba un seminario de apologética, observaba la estatua de tamaño
natural de la Virgen de Fátima en un lugar destacado en el césped
rectoría.
Justo al frente de la estatua había tres estatuas más pequeñas de
Lucía, Francisco y Jacinta - los niños a los que la Virgen se
apareció. Sus estatuas estaban arrodilladas en oración, con las manos
juntas y las cabezas inclinadas ante la estatua de la Virgen María.
Karl Keating, quien estaba conmigo en el coche, al verlas me dijo
bromeando: "¡Qué gran religión es la Católica! No sólo podemos adorar
estatuas, sino que también nuestra estatuas adoran estatuas". Nos
echamos a reír ante lo absurdo de la idea.
Repetí este chiste sarcástico durante el seminario y, como era
previsible, produjo también risa a los católicos de la audiencia.
Algunas personas, sin embargo, parecían desconcertados por la risa.
¿La razón? Como descubrí durante la sesión de preguntas y respuestas,
es que algunos de ellos realmente creían que los católicos adorábamos
imágenes. Tuve una buena oportunidad, allí y entonces, para explicar
la enseñanza bíblica acerca de las imágenes religiosas en la Iglesia
Católica.
La explicación siguiente es un extracto de mi libro Does the Bible
Really Say That? Discovering Catholic Teaching in Scripture (Servant
Books):
Amonestaciones contra la idolatría aparecen en toda la Escritura (por
ejemplo, Números 33,52, Deuteronomio 7,5, 25, 9,12, 12,3; 2 Reyes
17,9-18; 23,24, 2 Crónicas 23:17; 28,1-3; 22,18-25; 34,1-7). En 1
Corintios 10,14 San Pablo escribió "Amados, Huid del culto de los
ídolos" (Romanos 1,18-23).
Dios condena el pecado de la idolatría, ya sea en forma de estatuas,
cosas materiales, sexo, poder, cualquier cosa que llegue a ser un
ídolo. Pero Él no prohíbe las imágenes religiosas, siempre que se
utilicen correctamente. Por ejemplo, en Éxodo capítulo 25 Dios le
ordena a Moisés para tallar estatuas de ángeles.
"Yahveh habló a Moisés diciendo... Harás, además, dos querubines de
oro macizo; los harás en los dos extremos del propiciatorio: haz el
primer querubín en un extremo y el segundo en el otro. Los querubines
formarán un cuerpo con el propiciatorio, en sus dos extremos. Estarán
con las alas extendidas por encima, cubriendo con ellas el
propiciatorio, uno frente al otro, con las caras vueltas hacia el
propiciatorio... Allí me encontraré contigo; desde encima del
propiciatorio, de en medio de los dos querubines colocados sobre el
arca del Testimonio, te comunicaré todo lo que haya de ordenarte para
los israelitas. "(Éxodo 25,1.18-20.22; vea también 26,1)
Esto demuestra claramente que hay circunstancias en que las imágenes
religiosas no son solo permitidas sino también realmente agradables a
Dios. Otro ejemplo es el incidente más bien descrito en 1 Samuel
6,1-18. En Éxodo 28,31-34 el Señor ordenó que las vestiduras
sacerdotales de Aarón se adornaran con imágenes de granadas. En
Números 21,8-9 Él mandó a Moisés a esculpir la imagen de una serpiente
que milagrosamente curaba las mordeduras de serpientes venenosas (una
misteriosa prefiguración de la cruz de Cristo [cf Juan 3,14). Y en 2
Reyes 18,4, cuando la gente comenzó a adorar a la serpiente de bronce,
el rey inmediatamente la destruyó. Lo que una vez fue una legítima
imagen sagrada se había convertido en un objeto de idolatría. (Una
historia con moraleja para cualquier tentación hacia la superstición o
idolatría).
Y note lo que Dios le dijo a Salomón cuando construyó el Templo:
"«Por esta Casa que estás edificando, si caminas según mis preceptos,
obras según mis sentencias y guardas todos mis mandamientos para andar
conforme a ellos, yo cumpliré mi palabra contigo, la que dije a David
tu padre, habitaré en medio de los hijos de Israel y no abandonaré a
mi pueblo Israel» Edificó Salomón la Casa y la terminó" (1 Reyes
6,12-14).
Esta declaración es importante porque el templo contenía un gran
número de estatuas e imágenes incluidos ángeles, árboles, flores,
bueyes y leones (cf. 1 Reyes 6,23-35, 7,25.36). La decisión de Salomón
para incluir estas imágenes religiosas vinieron del don de la
sabiduría que Dios le había bendecido con (cf. 1 Reyes 3,1-28). Y
lejos de estar disgustado por este tipo de imágenes "Yahveh le dijo:
«He escuchado la plegaria y la súplica que has dirigido delante de mí.
He santificado esta Casa que me has construido para poner en ella mi
Nombre para siempre; mis ojos y mi corazón estarán en ella siempre" Y
(1 Reyes 9:3).
Obviamente Dios no habría bendecido Salomón y "santificado" su templo
lleno de estatuas e imágenes si Él no estuviese de acuerdo con ellas -
una prueba más de que las imágenes pueden ser buenas cuando se usan
para dirigir nuestro pensamiento hacia Dios y hacia las realidades
celestiales.
Recuerde también que San Pablo llamó a Cristo la "Imagen de Dios
invisible" (Colosenses 1,15). La palabra griega para "imagen" es
eikonos, de la cual se deriva la palabra "icono". Así como mantenemos
fotos de nuestra familia y amigos que nos recuerdan a ellos, también
tenemos estatuas e imágenes de nuestros hogares e iglesias para
recordarnos de nuestro Señor, la Virgen y los Santos.
Pasajes adicionales para estudiar:
Juan 14,9 Colosenses 1,15 Hebreos 1,3 1 Juan 1,1-3
Publicado por José Miguel Arráiz Roberti
--
Ernesto William Rojas D.
Analisis y desarrollo
www.hombredebarro.blogspot.com