Las delegaciones latinoamericanas respaldan el aborto en la ONU
Delegados latinoamericanos ante
la ONU traicionan a sus
compromisarios nacionales.
Por Piero A. Tozzi
(NEW YORK, C-FAM) Los líderes latinoamericanos pro-vida cuestionan el accionar de sus delegaciones durante la reunión de la Comisión sobre Población y Desarrollo (CPD) de las Naciones Unidas que se celebró este año. El panorama es preocupante. Brasil, secundado por Uruguay, insistió acerca de los "derechos reproductivos" a lo largo de la sesión que se extendió por una semana, mientras que sólo dos naciones – Perú y Chile – manifestaron su reserva al afirmar que el aborto aún es ilegal en sus países.
Mientras se daba inicio a la conferencia de la CPD en la semana del 30 de marzo, las naciones en desarrollo, conocidas como el G-77, se reunieron para elaborar posiciones conjuntas, especialmente en lo que respecta al controvertido término de "derechos sexuales y reproductivos", que apareció en el borrador inicial de la resolución.
Un número de naciones mayoritariamente islámicas propuso que dicha terminología no era apropiada para el Segundo Comité de la Asamblea General, cuyo ámbito se circunscribe a asuntos económico-financieros, y que debía ser debatido en el Tercer Comité, el cual normalmente trata temas sociales controvertidos. Esto debería haber significado una victoria para los pro-vida. Sin embargo, la propuesta fue bloqueada por Brasil, Uruguay y, según trascendió, Colombia, mientras que las delegaciones de Chile, Perú y Honduras dieron un apoyo tácito a la postura de Brasil.
En el transcurso de las negociaciones, Brasil asumió posturas radicales en favor de los derechos reproductivos, y fue sistemáticamente apoyado por Uruguay. Fuentes diversas informaron a Friday Fax que Brasil estaba "trabajando" en particular con las delegaciones de Argentina y Perú para que adhirieran a posturas más extremas, mientras que el Fondo de Población de las Naciones Unidas y la organización no gubernamental pro-abortista Ipas presionaba a Honduras, el cual es miembro de la comisión sobre Población y Desarrollo, y, por ello, considerado un país clave.
La actuación de los representantes de Honduras fue especialmente decepcionante, ya que se trata de una nación de fuerte tendencia pro-vida, cuya constitución reza: "Al que está por nacer se le considerará nacido para todo lo que le favorezca dentro de los límites establecidos por la Ley". Fuentes información internas a las negociaciones relataron a Friday Fax que en ciertos momentos parecía que se había permitido que la delegación más radical de Uruguay hablara en lugar de Honduras, y que Honduras había prestado su nombre a dos propuestas controvertidas, una de las cuales pedía que se introdujera el término "servicios reproductivos y de salud", que ha sido interpretado como una expresión que incluye el aborto. Un segundo cambio solicitado sólo por Honduras fue el de sustituir la referencia de "familia" por la de "familias". Si bien se trata de una distinción sutil, quienes están dentro a veces consideran que la forma plural comprende también las uniones no convencionales, como ser las homosexuales. De hecho, esta interpretación fue propuesta por la administración Obama, el mes pasado, en la reunión de la "Comisión sobre la condición de la mujer", cuando se hicieron observaciones sobre unos instructivos de la ONU que aludían a "diferentes formas de familia".
La delegación uruguaya fue criticada por estar ideológicamente influenciada. Hace un año, Uruguay fue representado en la CPD por un demógrafo profesional del Instituto Nacional de Estadística, quien ofreció presentó en forma objetiva y no ideológica los desafíos que constituyen para desarrollo del país el hecho de que la población esté envejeciendo y los jóvenes, emigrando. Este año, no obstante, el país envió un representante político del Ministerio de Asuntos Exteriores, quien elogió los esfuerzos para alcanzar una "reducción de la fertilidad" como parte de las medidas actuales de "salud sexual y reproductiva".
Por el contrario, pese a los esfuerzos de ciertos delegados mexicanos pro-abortistas, entre los que se encuentra un miembro del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), los cuales tendían a que la delegación de México avanzara en la introducción de términos relacionados con los derechos reproductivos, el país moderó su postura hacia mediados de la semana. Algunos han atribuido este giro a una intervención directa de la capital mexicana.
Del mismo modo, según Carlos Polo, director de la oficina latinoamericana del Instituto de Investigación sobre Población, la postura de la delegación peruana cambió en el transcurso de la semana debido a la intervención directa de Lima.
La mayoría de los países latinoamericanos estuvo ausente o guardó silencio durante las negociaciones, lo cual, en la práctica, implicó el apoyo tácito a los radicales, ya que estos últimos
condujeron la reunión y controlaron la agenda. Cynthia Mejía, ciudadana de la República Dominicana que estuvo presente en la conferencia de la CPD, expresó su desilusión ante el hecho de que su país no se uniera a Perú y a Chile, los cuales expresaron reservas en aquellos casos en los que la legislación nacional prohíbe el aborto.
Algunos críticos también cuestionaron la postura tendenciosa de la presidente de la conferencia, Elena Zúñiga Herrera, a quien se responsabilizó del énfasis puesto en el texto del borrador inicial en lo que respecta a los derechos de salud y reproductivos, y a reducción de la fertilidad. Se percibe en ella una inclinación en favor del aborto. Los mexicanos pro-vida advierten que, como ex-directiva de CONAPO, agencia gubernamental mexicana a cargo de los programas de población, Zúñiga Herrera presionó para que se aprobara la pastilla del día después, de la cual se dice que puede ser abortiva.
Al término de la conferencia, sólo Perú y Chile reafirmaron claramente las leyes y constituciones pro-vida de sus países, siendo la postura peruana la más firme de las dos. Otras naciones latinoamericanas cuyas constituciones protegen explícitamente a los no nacidos, entre las que se encuentran Guatemala y Paraguay, guardaron silencio.
El Fondo de Población de la ONU
intenta impedir la entrada de grupos
pro-vida en el encuentro mundial
de las ONG.
Por Samantha Singson
(NEW YORK - C-FAM) Este año se cumple el decimoquinto aniversario de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD). Mientras que la comunidad internacional organiza reuniones en diversos puntos geográficos para analizar los progresos mundiales tendientes a alcanzar las metas delineadas en el programa de la CIPD en 1994, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales (ONG) intentan impedir la participación de grupos pro-vida en las discusiones acerca de los derechos en materia de salud sexual y reproductiva.
En particular, el Foro de la CIPD + 15 ONG mundiales, que se llevará a cabo durante el mes de septiembre en Berlín, es organizado por un grupo directivo compuesto por el Fondo de Población de la ONU y partidarios del aborto, como ser la Federación Internacional de Paternidad Planificada, la Coalición Internacional de Salud Femenina y la Acción de la Población Internacional. Entre los objetivos de la reunión, se encuentra el debate del "desafío a los derechos y a la salud reproductiva y sexual que representan aquellos que se oponen activamente a la agenda" (en otras palabras, las ONG pro-vida).
Una nota del comité directivo manifiesta que el encuentro "mundial" estará limitado a la participación de 400 personas y en base a la presentación de solicitudes. La asistencia se restringe aún más, ya que el mencionado comité asigna 225 representantes de las ONG del sur del mundo y sólo 100 del norte, y además se pretende que el 25% de los participantes de cada ONG esté compuesto por jóvenes menores de treinta años. Los grupos pro-vida entienden que esto representa un esfuerzo coordinado para mantenerlos fuera de la reunión.
Las Naciones Unidas, en general, y, particularmente, el Fondo de Población llevan mucho tiempo tratando de mantener al margen a los miembros de la sociedad civil que están en desacuerdo con la ética pro-abortista que reina allí. Un empleado del Fondo de Población dijo a los representantes pro-vida en el Foro de la Haya (reunión similar a ésta que se realizó antes de la de El Cairo + 5 en 1999) que "había un cupo" de grupos pro-vida a los que se les permitía acceder a este encuentro. Los agentes de seguridad de la reunión de Beijing + 5 que se realizó en la sede de la ONU en el año 2000 acreditaron a varios cientos de miembros de ONG radicales feministas, pero sólo otorgaron el acceso a 30 representantes pro-vida.
La primera reunión de la CIPD que se celebró en El Cairo estuvo plagada de polémicas acerca del aborto. Tras meses de debates acalorados sobre el uso de frases como "derechos reproductivos", "servicios de salud reproductivos" y "salud reproductiva y sexual", las naciones del mundo abandonaron el recinto acordando que el programa de acción de la CIPD no creaba "nuevos derechos", en particular, ningún derecho a abortar. Muchos países también tomaron recaudos para asegurarse de que los términos relacionados con la salud reproductiva no pudieran ser interpretados de modo tal que incluyeran al aborto.
Los críticos temen que la reunión del Foro Mundial sea, simplemente, el último intento de los partidarios del aborto para expandir el plan de acción de la CIPD con el pretexto de representar a las ONG "de todo el mundo".
Traducción: Luciana María Palazzo